Pajaritos deabuladores.

viernes, 20 de junio de 2014

Finales bruscos y esperados.

Años y años. Con algunas, más de una década, y con otras la mitad, pero y qué. ¿Todo se acaba no?
Jode que se acabe porque has dedicado muchísimo tiempo a conservar esas amistades, a hacer felices a esas personas. Mucho tiempo pensando en ellas. Mucho tiempo recordando momentos y ésto es lo único que vamos a poder hacer ahora. 
Finales bruscos porque al final decimos lo que pensamos, finales esperados porque todas sabíamos lo que iba a pasar. Algunas lo esperaban y otras intentaban atrasarlo, evitarlo y como siempre poner un parche para olvidarlo. ¿Olvidar el qué? 
Semanas de mierda con tensión entre dos grupos que desde fuera creen que es sólo uno. Mierda que nos echamos de una parte a otra. Exigencias que cada día se hacen peores. Explicaciones estúpidas para tapar lo que todo el mundo sabe. Mentiras despiadadas un día de cumpleaños porque eres demasiado guay como para no hacer nada. 
Peleas anuales y separaciones que cada vez dan más asco y que van a peor. ¿Mejor una definitiva que varias, no? 
La paciencia se acaba, hasta para el ser más paciente del mundo. Una se cansa de esperar acciones de otra persona que sabe perfectamente que nunca van a llegarán. Cuando llega el momento en el que sí, un gesto bonito. Pero lamentablemente, o instintivamente, pensamos que es por interés. Porque es por eso por lo que se mueve el hombre. Por interés. Por supuestas mejorías en su vida que realmente son al revés, se la destrozan sin darse cuenta. 
Impotencia de no poder decir nada de algo que sabes por amor a otra persona ya que le puede perjudicar. Secretos asquerosos, pero solo por una parte del grupo. 
Apariencias que engañan a kilómetros de distancia. Caras tristes, personas que se quejan a diario de que nadie les intenta animar y cuando te lo propones te dicen que todo va bien, que no te preocupes, se llegan hasta a enfadar y al final te enfadas tú por tener que soportar esa cara de asco durante mañanas enteras sin poderle hablar porque no sabes qué palabras son las correctas. 
Titanics que se hunden en el siglo XXI y que se seguirán hundiendo a lo largo de los siglos. Pero Titanics tripulados por experiencias, tiempo, sentimientos y gestos. 
En resumen, a la mierda todo, que se hundan los Titanics que así al menos crearemos trabajo para aquellas personas que aun buscan reconstruirlo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario