Pajaritos deabuladores.

viernes, 29 de marzo de 2013

El tren de los sueños y la falta de billetes.

Yo ya no sé escribir si no son historias. Pero tú no sabes decir otra cosa que historias. Yo las escribo tú las dices. No tiene la misma repercusión, pero al fin y al cabo es lo mismo. 
A mí se me ha olvidado escribir párrafos con sentido. Yo ya lo único que sé hacer es ponerme música y ver fotos. Fotos que te transportan a otros sitios, que te hacen echar de menos a esas personas que alguna vez se acordaban de ti pero que ahora ya ni te saludan. Hacen que sonrías, que conozcas a personas geniales, que tengan los mismos gustos que tú. Personas tan parecidas y tan alejadas.
Un tren de los sueños. ¿Dónde está mi billete? 
¿Por qué yo no puedo ir a otras ciudades sin preocuparme por nada? ¿Por qué no puedo viajar a Santander sin que nadie me diga que no?
¿Por qué no me puedo vestir como yo quiera? 
¿Quién dice como se tiene que vestir la gente según el día?
Personas que no entienden que a mí siempre me va a gustar llevar converse, que no quiero otra cosa. Que yo no me veo bien con manoletinas. Que es la peor tortura del mundo. 
¿Por qué yo no puedo ir a Zaragoza ni un día? ¿Qué tengo que demostrar? ¿No he demostrado ya bastante?
Confianza es lo que nos hace falta a muchos. 
Parece que aquí la única que me entiende es la música. Que también te hace sonreír, pero muchas veces llorar. Canciones inoportunas que hacen que se te salten las lágrimas. Remueven el pasado y te hacen desconfiar del futuro. 

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